La reciente reforma a la Ley Aduanera en México, promovida por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha generado preocupaciones significativas entre los industriales del país, especialmente en cuanto a su potencial impacto en el suministro de bienes esenciales para la producción. Según análisis elaborado por la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), existen serios riesgos de desabasto si la reforma aumenta de manera desproporcionada las cargas administrativas y exige la divulgación de información sensible a terceros.
Los sectores que podrían verse afectados incluyen industrias clave como la automotriz, eléctrica, electrónica, química, petroquímica, alimentos y bebidas, así como la farmacéutica y la agroindustria. Los industriales han señalado que la reforma impone requisitos detallados sobre información financiera, infraestructura operativa y descripciones de mercancías que son parte de secretos industriales, lo cual podría interrumpir las cadenas de suministro y la integración económica de México con Norteamérica y otros socios comerciales.
Canacintra ha manifestado su preocupación de que las nuevas disposiciones concentren las obligaciones en un solo eslabón de la cadena, como el agente aduanal. Esta concentración podría aumentar los tiempos y costos de operación sin realmente mejorar el control, lo que pone en riesgo la continuidad operativa de las empresas y, por ende, su capacidad de contribuir a la recaudación fiscal. Los industriales resaltaron la importancia de encontrar un equilibrio entre la recaudación y la operación eficaz de la industria para evitar impactos negativos en la economía.