El caso de Keila Nicole Duarte Acevedo ha generado una fuerte reacción por parte de las autoridades locales en Baja California. La menor, de 13 años, fue encontrada desmembrada, lo que desencadenó una serie de investigaciones sobre la actuación de la policía municipal. Tres agentes que fueron los primeros en responder al incidente han sido removidos de su cargo y están siendo investigados por presunta omisión en su deber de atender la situación adecuadamente.
Alberto Sarabia Espinoza, director de Seguridad Pública y Protección Ciudadana de San Quintín, anunció en una rueda de prensa que los agentes involucrados serían sujetos a un proceso de investigación serio, y que se seguirán los lineamientos establecidos para determinar su responsabilidad. La presidenta municipal, Miriam Cano Núñez, también expresó su compromiso de abordar el caso con seriedad, reconociendo que hubo fallas en la atención inicial del mismo y asegurando que no habrá encubrimientos ni minimizaciones.
Este trágico acontecimiento ha conmocionado a la comunidad, y tanto las autoridades como los ciudadanos están buscando respuestas y justicia en este caso que resalta problemas de seguridad y respuesta policial en la región.