La situación descrita involucra a Anallely López Hernández, una funcionaria del gobierno de Puebla, que se vio relacionada con la detención de Nazario Ramírez, supuestamente vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) revela que, durante un cateo en Guadalajara, se encontraron armas y metanfetamina, así como varias mujeres y un bebé, entre las cuales se encontraba López Hernández.
Se menciona que su relación con Ramírez era cercana, dado que él era conocido como empresario en Puebla y tenía conexiones importantes en Jalisco. López Hernández había mostrado en sus redes sociales un estilo de vida lujoso, con evidencias de regalos costosos y viajes en helicóptero, lo que ha levantado sospechas sobre su situación.
Después de la detención de Ramírez, López Hernández había estado fuera del ojo público, pero recientemente fue vista en una reunión gubernamental, lo que ha vuelto a ponerla en el centro de atención, considerando las implicaciones de su cercanía a personas vinculadas con actividades delictivas. Este desarrollo plantea preguntas sobre la integridad y las conexiones políticas dentro del gobierno, así como la posible influencia de organizaciones criminales en la política local.