El hecho reportado es un reflejo de las condiciones precarias en las que operan algunos espacios del Poder Judicial en la Ciudad de México. El derrumbe del techo en los juzgados penales del Reclusorio Oriente, causado por una filtración de agua, no solo pone en riesgo la seguridad de los trabajadores, sino que también subraya la falta de mantenimiento adecuado en las instalaciones judiciales. El video que ha circulado en redes sociales, donde se observa a empleados documentar el incidente y desalojar el lugar, destaca la urgencia de estas preocupaciones.
Este incidente ocurre en el contexto de un paro laboral que ya lleva más de dos semanas, donde los trabajadores del Tribunal Superior de Justicia han expresado su descontento por las condiciones inadecuadas en las que laboran. Además del riesgo físico, mencionan que los equipos de cómputo son obsoletos, lo que afecta la eficiencia y la gestión de justicia.
Este tipo de situaciones resalta la necesidad de una revisión y adecuación urgente de las infraestructuras del Poder Judicial, así como de los recursos disponibles para los empleados, con el fin de garantizar tanto su seguridad como el correcto funcionamiento de las instituciones.