El 8 de septiembre, el capitán de la Secretaría de Marina, Abraham Jeremías Pérez Ramírez, fue encontrado muerto en su camioneta oficial en el puerto de Altamira, Tamaulipas. Según reportes iniciales, se habría disparado. Este suceso ha generado conmoción debido a su vinculación con una investigación sobre contrabando de combustibles en la región, conocida como huachicol fiscal.
El hallazgo del cuerpo ocurrió aproximadamente a las 9:30 horas, después de que el C-5 recibiera un aviso sobre el vehículo estacionado. La Fiscalía General de la República (FGR) se hizo cargo de la escena, dado que se trataba de un área federal. Pérez Ramírez lideraba la Unidad de Protección Portuaria de Altamira y había sido mencionado en la investigación de contrabando de combustible en el puerto de Tampico, aunque no existía una orden de aprehensión en su contra en ese momento.
La Secretaría de Marina expresó su pesar por su fallecimiento y se comprometió a colaborar con las autoridades para esclarecer los hechos. Este caso se enmarca en una ofensiva más amplia contra el huachicol fiscal en Tamaulipas, donde recientemente se llevaron a cabo detenciones vinculadas a una red de contrabando. Un exdirector de aduanas de Tampico, que ahora es testigo colaborador, alegó que Pérez Ramírez recibió sobornos relacionados con estas actividades ilegales. La investigación se centra en la supuesta corrupción liderada por altos mandos navales, incluyendo al vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna.