La situación en Culiacán ha escalado tras la reciente detención de Ismael "el Mayo" Zambada García y Joaquín Guzmán López, lo que ha llevado a la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena) a reforzar la presencia militar en la zona. La llegada de 200 efectivos de las Fuerzas Especiales se considera una medida preventiva en un momento de tensión, especialmente tras el asesinato de Héctor Melesio Cuen Ojeda, líder del Partido Sinaloense.
El despliegue militar, que se realizó en la Base Aérea Militar No. 10, tiene como objetivo principal patrullar las calles de Culiacán y participar en diversos operativos de seguridad, en un esfuerzo por contener cualquier posible brote de violencia relacionado con la detención de dos figuras clave del crimen organizado en la región. Además, las autoridades han instalado retenes en las salidas de la ciudad, lo que indica un estado de alerta y la intención de controlar la situación de manera efectiva.