La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, defendió la reciente operación de desalojo de comerciantes en la explanada del Palacio de Bellas Artes, enfatizando que se trata de un esfuerzo de ordenamiento y no de criminalización del comercio en la vía pública. Sheinbaum destacó la importancia de regular este tipo de actividades para permitir una convivencia armónica entre el comercio y el patrimonio cultural de la ciudad, así como para garantizar el libre tránsito de los peatones.
Resaltó que muchos de los comerciantes se dedican a esta actividad como una forma de sustento, y subrayó que el objetivo del gobierno no es castigar a quienes trabajan en la informalidad, sino establecer un orden que permita la circulación y el aprecio de los espacios culturales y turísticos. Para lograrlo, el gobierno capitalino movilizó alrededor de 500 servidores públicos, incluidos elementos de seguridad y autoridades del Centro Histórico, para asegurar que se mantenga la seguridad y el correcto flujo del tránsito en la zona.