La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha afirmado que, aunque el gobierno mexicano ha rechazado la implementación de la medida de "tercer país seguro" para los migrantes que no pueden ingresar legalmente a Estados Unidos, se mantendrán ciertas políticas en relación con la deportación y el manejo de albergues para migrantes en la frontera norte.
Sheinbaum subrayó que la deportación de migrantes solo se llevará a cabo de manera voluntaria. Para aquellos migrantes que deseen regresar a sus países, existen mecanismos de colaboración con instituciones de Naciones Unidas y el Instituto Nacional de Migración. La mandataria también destacó que el número de migrantes que llegan a la frontera ha disminuido significativamente, lo cual ha sido un foco de atención de su gobierno.
Además, la presidenta enfatizó la responsabilidad humanitaria del gobierno en situaciones críticas, como las bajas temperaturas extremas en la zona, asegurando que no se puede dejar a las personas en condiciones inhumanas. A pesar de las tensiones y cambios en las políticas migratorias del gobierno de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, Sheinbaum subrayó la importancia de restablecer esquemas de colaboración y asistencia humanitaria para los migrantes en México.