La reunión entre la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el primer ministro canadiense Mark Carney resultó en el establecimiento de un "plan de acción México-Canadá 2025-2028". Este plan se enfoca en mejorar y agilizar el comercio, la inversión, y la conectividad portuaria entre ambos países, así como en fortalecer la cooperación en áreas diversas. A diferencia de la postura de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, que se ha centrado principalmente en la lucha contra la criminalidad en México, este nuevo acuerdo busca reforzar las relaciones bilaterales en múltiples frentes.
El plan incluye la creación de espacios de diálogo que permitirán reuniones frecuentes y una comunicación más estrecha entre altos funcionarios de ambos gobiernos. Se busca trabajar en áreas como diplomacia, comercio, inversión, agricultura, energía, recursos naturales, finanzas, seguridad pública y medio ambiente. Además, se realizarán evaluaciones conjuntas para garantizar el progreso y el logro de los resultados esperados.
Este acercamiento entre México y Canadá se da en el contexto de las tensiones comerciales generadas por las políticas estadounidenses, especialmente aquellas vinculadas a la renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). En su declaración conjunta, ambos países reafirmaron la importancia de mantener una región norteamericana competitiva y resiliente, y se comprometieron a fortalecer los lazos comerciales entre ellos.