El relato de Carmen y su hijo Tomás es un desgarrador testimonio de la violencia que muchas familias en México enfrentan debido al crimen organizado. Su historia refleja la dura realidad de quienes se ven obligados a abandonar sus hogares en busca de seguridad y una vida mejor. Carmen, tras perder a su esposo a manos del crimen organizado, se convierte en un blanco para la misma organización que la despojó de su pareja, enfrentándose al reclutamiento forzado y a situaciones extremas de violencia.
La experiencia de vivir en un entorno donde se normaliza la violencia, como el uso de armas y la intimidación, ha tenido un grave impacto en la salud mental y física de Tomás. La noticia del asesinato de su hermano mayor solo agrava su sufrimiento y contribuye a su enfermedad. La historia de esta familia es una más en la larga lista de víctimas del conflicto entre grupos criminales y refleja la necesidad urgente de soluciones y asistencia humanitaria para aquellos que buscan asilo y protección.
Carmen y Tomás, como muchos otros, se encuentran en una espera incierta en la frontera, en busca de una oportunidad para sobrevivir y reconstruir sus vidas lejos del peligro que dejaron atrás. Su búsqueda de asilo no solo es un intento de escapar de la violencia, sino también una búsqueda de esperanza y un futuro más seguro.