La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, defendió su estilo de gobernar y su administración durante un evento reciente. En sus declaraciones, sugirió de manera irónica que aquellos que no están de acuerdo con su gestión se tomen un té de tila para calmarse. Afirmó que su gobierno está basado en principios sólidos y causas sociales, enfatizando que proviene de un movimiento social y que su enfoque es servir al pueblo.
Sheinbaum destacó que su administración se distingue por un modelo que prioriza a los más pobres y busca erradicar la corrupción y los privilegios. Insistió en que su filosofía de gobierno se fundamenta en la idea de que no puede haber un gobierno rico y un pueblo pobre. Esto, según ella, es un legado de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, y refleja un compromiso con la dignidad y el bienestar de la población.
Ante las críticas y enojos de sus adversarios políticos, Sheinbaum se mostró segura de que su modelo es efectivo y que está enraizado en la historia de México, sin importar las etiquetas que sus opositores le pongan. Enfatizó que se identifica como parte de un humanismo que guía su gestión.