El presidente Donald Trump ha expresado su interés en revocar la ciudadanía de Rosie O'Donnell, una actriz y comediante con la que ha tenido una larga rivalidad. A pesar de sus declaraciones en redes sociales, esta acción sería legalmente imposible. Según un fallo de la Corte Suprema de 1967, el gobierno no puede quitar la ciudadanía a un ciudadano estadounidense nacido en el país, lo que se basa en la Decimocuarta Enmienda de la Constitución.
Amanda Frost, experta en derecho de la Universidad de Virginia, enfatiza que la ciudadanía solo puede ser renunciada de manera voluntaria y con intención clara. Este planteamiento de Trump se suma a otras amenazas que ha hecho respecto a retirar la ciudadanía a individuos con los que ha tenido diferencias, aunque en el caso de O'Donnell, quien nació en EE. UU., la situación es considerablemente diferente a la de otros.
O'Donnell ha sido una crítica abierta del gobierno de Trump, especialmente en relación a sus políticas, lo que ha intensificado el intercambio de críticas entre ambos. Además, la actriz se mudó a Irlanda a principios de este año, lo que Trump mencionó en su publicación al sugerir que debería quedarse allí.