El escándalo sobre las vacaciones de los diputados Ricardo Monreal y Mario Delgado en España ha generado un debate significativo en el ámbito político mexicano, particularmente en relación con los principios de austeridad que promueve el partido Morena. La presidenta de Morena, Luisa María Alcalde Luján, respondió a la controversia afirmando que cualquier miembro del partido que viole estos principios puede ser denunciado y sujeto a una investigación por la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia.
A pesar de las llamadas a la transparencia y la rendición de cuentas, Alcalde Luján clarificó que hasta el momento no hay ningún procedimiento formal en marcha contra Monreal o Delgado. Estos casos han resaltado la tensión entre el estilo de vida de algunos líderes de Morena y las expectativas de sus bases en cuanto a la austeridad y la ética en el servicio público. La dirigente hizo hincapié en que no hay figuras "intocables" dentro de Morena, subrayando la posibilidad de que ciudadanos presenten denuncias con evidencia sobre las conductas que consideran inapropiadas por parte de sus líderes.
Este tipo de situaciones pone de relieve los desafíos que enfrenta el partido en la gestión de su imagen y la adherencia a los principios que fundamentaron su ascenso al poder. El hecho de que altos funcionarios sean vistos disfrutando de lujosos viajes durante un periodo en que la austeridad es un tema sensible en la opinión pública puede tener repercusiones tanto en la percepción ciudadana como en la cohesión interna del partido.