Asume el nuevo presidente del Tribunal Electoral con un guiño al movimiento fundado por AMLO
Durante su ceremonia de asunción como nuevo presidente de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el magistrado Gilberto de Guzmán Bátiz García destacó la importancia de la "colegialidad funcional" en la administración de justicia electoral, prometiendo evitar la polarización, incluso mediática, en sus decisiones. En un ambiente que resonaba con el apoyo a la Cuarta Transformación, Bátiz mencionó el fraude electoral de 2006, un evento que marcó la historia del actual movimiento político, recordando su convicción de que la defensa de los derechos político-electorales no debería requerir que los ciudadanos abandonen sus actividades cotidianas.
En su mensaje, Bátiz pareció hacer alusión a la tumultuosa gestión de su predecesora, Mónica Aralí Soto Fregoso, quien no estuvo presente físicamente en la ceremonia, pero participó por videoconferencia. La ausencia de Soto ha generado especulaciones, especialmente por el hecho de que su presencia podría haber sido considerada significativa en un momento de transición que busca dejar atrás las tensiones y conflictos que han caracterizado a la institución.
Bátiz se comprometió a ser un "catalizador de soluciones" en lugar de un generador de conflictos, refiriéndose a la necesidad de superar los enfrentamientos y luchas internas que han dañado la imagen y la funcionalidad del tribunal en los últimos años. La ceremonia fue una muestra de su deseo de un cambio en la dinámica de trabajo del tribunal, buscando una mayor unidad entre sus miembros para fortalecer la confianza en la justicia electoral.
A medida que el nuevo presidente inicia su mandato, se anticipa que su enfoque será clave para restaurar la credibilidad y la cohesión en el TEPJF, en un contexto donde la justicia electoral es fundamental para la estabilidad política del país.


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