La situación descrita pone de manifiesto un problema significativo relacionado con las inspecciones regulatorias en los centros cambiarios del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Al parecer, ha habido una serie de operativos en los que se observan patrones similares: personas que aparentan ser clientes realizando operaciones menores, mientras una tercera persona permanece cerca, observando. Posteriormente, se llevan a cabo inspecciones formales por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Este tipo de operativos no son eventos aislados; según la información recabada, al menos una decena de incidentes similares se han documentado recientemente. La clave del problema parece estar en la gestión y el tiempo de registro de las transacciones dentro del sistema del centro cambiario. No es raro que las operaciones realizadas no se reflejen de inmediato, lo que puede dar lugar a malentendidos con las autoridades regulatorias, quienes podrían interpretar estas demoras como falta de cumplimiento normativo.
La ley que regula a los centros cambiarios, incluyendo las disposiciones sobre prevención de lavado de dinero, otorga a la CNBV la autoridad para supervisar y realizar inspecciones. Sin embargo, el problema radica en que el desfase en los sistemas de registro no se considera una falta deliberada y, de acuerdo con fuentes del sector, debería tenerse en cuenta el tiempo que requieren estos sistemas para reflejar las operaciones con precisión.
Este fenómeno podría ser indicativo de un problema sistemático que afecta la operatividad de los centros cambiarios, su reputación y su capacidad para mantener su registro activo. La necesidad de una revisión más profunda y de un tiempo de respuesta adecuado en los sistemas de registro es fundamental para evitar sanciones injustas y asegurar que los centros cambiarios puedan operar sin temor a represalias por retrasos en la actualización de movimientos en su sistema.