El análisis realizado por el Pacto por la Primera Infancia ha evidenciado preocupantes recortes presupuestales en diversas áreas clave relacionadas con la atención a la primera infancia en México para el año 2025. A pesar de un aparente aumento presupuestal del 4% en términos nominales, ajustado por inflación, este incremento se traduce en un aumento real de apenas 0.4%, lo que resulta insuficiente para atender las necesidades esenciales de más de 12.4 millones de niños menores de 6 años.
Entre los hallazgos más destacados se incluye una drástica disminución del 41% en el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, lo que representa una reducción de más de 10 mil millones de pesos. Este recorte es especialmente alarmante dado que afecta directamente a la salud infantil y a servicios vitales como las vacunas. El presupuesto para vacunación infantil también muestra un descenso del 18%, lo que implica una reducción de más de mil millones de pesos destinados a programas que son críticos para la salud de la población infantil.
Asimismo, se ha identificado un recorte del 87% en el presupuesto destinado a la atención a la primera infancia en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y una disminución del 21% en el Fondo de Aportaciones Múltiples para infraestructura educativa básica.
Estos hallazgos han generado preocupación entre las 470 organizaciones que conforman el Pacto por la Primera Infancia, al considerar que estos recortes comprometen el bienestar y desarrollo de los niños y adolescentes en el país, contradiciendo el discurso oficial que sugiere un compromiso con mejorar las condiciones para esta población vulnerable.