La situación que enfrentan los deportistas con discapacidad en México es bastante preocupante, especialmente considerando el recorte en los gastos de alimentación por parte de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade). La decisión de dejar de proveer alimentación a estos atletas, aún cuando algunos de ellos permanecen en el Centro Paralímpico Mexicano, está afectando su bienestar y rendimiento.
El hecho de que tengan que asumir los gastos de su alimentación, que pueden llegar entre cuatro y cinco mil pesos al mes, es una carga adicional que no deberían enfrentar. Además, la falta de supervisión sobre la calidad de los alimentos que consumen es un riesgo para su salud, ya que están en una etapa de alta exigencia física.
Las alternativas de comida en la zona, aunque pueden ofrecer un sabor aceptable, no garantizan la nutrición necesaria para deportistas de alto rendimiento. La situación expone no solo la precariedad en la que viven estos atletas, sino también la necesidad de una mayor atención y apoyo por parte de las instituciones encargadas del deporte en el país. Además, el hecho de que la Conade haya contratado una empresa para la organización de ceremonias por una cantidad significativa de dinero en lugar de invertir en la alimentación de los deportistas resalta una clara despriorización de la nutrición y el bienestar de estos atletas.
Es fundamental que las autoridades revisen estas decisiones y reevalúen sus políticas, priorizando la salud y el rendimiento de los deportistas que representan a México en competencias internacionales.