Los ejidatarios de Carrizalillo, en Guerrero, han denunciado la falta de acción por parte de las autoridades mexicanas respecto a los abusos y las violaciones a los derechos humanos cometidas por la empresa canadiense Equinox Gold, que opera un complejo minero en la región. Desde hace siete meses, los ejidatarios han mantenido un campamento en protesta, señalando que la operación minera ha causado daños severos al medio ambiente, al agua y a la salud de la comunidad, lo que les ha llevado a no poder retomar sus actividades agropecuarias.
En una carta dirigida a la presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, los ejidatarios expresan su frustración por la falta de atención integral a sus demandas. Acusan a funcionarios de la Secretaría de Economía de adoptar una postura complaciente hacia la minería extractiva y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de no sancionar las violaciones cometidas por la minera. Asimismo, reconocen el trabajo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que clausuró las operaciones de la minera debido a daños ambientales.
Se sienten impotentes ante la falta de respuesta y la aparente inacción de las autoridades competentes, y cuestionan cómo deben proceder para denunciar las violaciones a su derecho a un medio ambiente sano. Señalan que, a pesar de la normativa existente, la empresa sigue operando y causando daños sin consecuencias. Los ejidatarios demandan una respuesta efectiva y un proceso que asegure su bienestar y el cumplimiento de las leyes ambientales.