La situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) sigue siendo crítica a pesar de los intentos de reestructuración y las reformas energéticas anunciadas por Claudia Sheinbaum Pardo. Según el reporte financiero del segundo trimestre de 2025, la empresa estatal ha visto un aumento en su deuda financiera total, que alcanzó 1 billón 866 mil 352 millones de pesos, lo que representa un incremento del 2.18% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Particularmente alarmante es el crecimiento de la deuda financiera de corto plazo, que aumentó un 33.6%, subiendo de 396 mil 301 millones a 529 mil 462 millones de pesos. Este aumento de 133 mil 161 millones de pesos indica una dependencia creciente de financiamiento más costoso y inmediato. Por otro lado, la deuda a largo plazo experimentó una disminución del 6.53%, cayendo de 1 billón 430 mil 247 millones a 1 billón 336 mil 890 millones de pesos. Sin embargo, esta reducción no se considera positiva, ya que refleja una reorientación del endeudamiento hacia obligaciones más urgentes y normalmente más onerosas.
La situación sugiere que, a pesar de los esfuerzos por mejorar la estructura de Pemex, las finanzas de la empresa continúan deteriorándose, lo que plantea serios desafíos para su sostenibilidad a largo plazo.