Gerardo Sosa Castelán, quien fue presidente del Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), ahora enfrenta un nuevo cargo por peculado relacionado con la malversación de 5.9 millones de pesos. Estos recursos fueron recibidos por la universidad como parte de fondos federales destinados a gastos operativos para la educación y el pago de docentes, pero según la investigación, fueron desviados.
La supuesta malversación ocurrió en 2018, durante el tiempo en que Sosa Castelán estaba al frente del Patronato, que es el órgano encargado de la gestión financiera de la universidad. Un informe de auditoría federal de la cuenta pública de ese año reveló que la UAEH transfirió dinero a un fondo de inversión, lo cual no estaba permitido dado que el dinero debía ser usado exclusivamente para servicios personales y gastos operativos de la universidad.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) también determinó que la universidad no pudo justificar el uso de esos recursos, lo que llevó a la Fiscalía General de la República (FGR) a abrir una investigación sobre prácticas posiblemente ilícitas. Además de Sosa Castelán, otros tres individuos están bajo investigación: Adolfo Pontigo Loyola, quien era rector en ese tiempo; Estela Galindo Ortega, directora de Recursos Financieros, y Gabriela Mejía Valencia, coordinadora de la División de Administración y Finanzas de la UAEH. Se ha informado que sus cuentas personales fueron bloqueadas por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) debido a posibles operaciones irregulares.