La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en México ha establecido un importante precedente en la defensa penal al señalar que los jueces tienen la facultad de sugerir un cambio de defensor si advierten que el abogado de una persona en proceso penal actúa de manera ineficaz o desleal. Este pronunciamiento fue resultado de un caso concreto donde un hombre fue sentenciado a 11 años de prisión por tentativa de feminicidio, y se constató que su abogado no ejerció una defensa adecuada, omitiendo acciones fundamentales y no impugnando decisiones en su contra.
La Corte concluyó que la mera presencia de un abogado no es suficiente; es esencial que los defensores cumplan con un estándar mínimo de competencia para evitar que el proceso penal esté viciado desde el inicio. Por unanimidad, la Primera Sala de la Corte indicó que, si los juzgadores detectan fallas en la actuación de un abogado, deben informar al acusado y ofrecerle la opción de cambiar de defensor, ya sea a través de un abogado de oficio o privado. Asimismo, se debe otorgar un tiempo razonable al nuevo abogado para que se prepare y corrija los errores de la defensa anterior.
Este fallo resalta la importancia del derecho a una defensa efectiva y competentemente ejercida, enfatizando que la justicia no solo implica tener representación legal, sino que dicha representación debe ser idónea y comprometida.