Naasón Joaquín García, líder de la iglesia Luz del Mundo, junto con cinco de sus colaboradores, ha sido acusado formalmente por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de dirigir una red criminal dedicada al abuso sexual sistemático de menores y mujeres. Estas acusaciones sugieren que aprovecharon la fe de sus víctimas para amenazarlas y coaccionarlas, además de involucrarse en delitos financieros y obstruir investigaciones sobre sus actividades delictivas.
El acta de imputación, presentada en un tribunal de Nueva York, describe cómo la organización usó la religión como un medio para facilitar el tráfico sexual. Se alega que Joaquín y sus cómplices traían a niños a sus residencias en México y EE.UU., donde cometían abusos, forzaban a las víctimas a realizar trabajos no remunerados, y las usaban para transportar grandes sumas de dinero en efectivo.
Naasón Joaquín asumió el liderazgo de la iglesia en 2014 tras la muerte de su padre, quien había sido el líder durante más de 50 años. Desde entonces, se ha documentado que bajo su liderazgo la organización amplió su influencia, incluyendo conexiones con figuras políticas en México.
Las acusaciones mencionan que la Luz del Mundo ha estado involucrada en actividades delictivas desde al menos 1970, abarcando el tráfico y la explotación sexual, así como la explotación infantil. El caso pone en evidencia la compleja intersección entre la fe y los delitos violentos en la estructura de la organización.