El celular se ha vuelto parte fundamental de la vida; se ha vuelto lo primero que revisamos al despertar y lo último antes de dormirnos. Aunque nos ha facilitado increíblemente la vida no podemos negar que hemos creado una dependencia de este aparato.
Los investigadores han descubierto que el uso de nuestro teléfono inteligente antes de dormir disminuye no solo la calidad de sueño sino las horas que nuestro cuerpo puede descansar.
La razón es la luminosidad de la pantalla, está activa los receptores de nuestro cerebro haciéndole creer que aún es de día y debemos de continuar con con nuestras actividades y podemos pasar más tiempo despiertos.
El insomnio no es la única consecuencia del abuso de los dispositivos móviles, en especial el celular. Los expertos aseguran que el no dormir bien por esa causa tiene efectos como irritabilidad, somnolencia y falta de concentración durante del día.
La columna vertebral y el cuello son los más afectados ya que utilizar los dispositivos forza a nuestro cuerpo a mantener una posición donde se provoca inestabilidad y rigidez en estas zonas.
Los dolores de cabeza también son recurrentes cuando se trata del extenso tiempo en las pantallas de los dispositivos electrónicos.
Al estar mirando fijamente la pantalla forzamos y contraemos a los suboccipitales, los músculos que facilitan los movimientos de la cabeza y esta causa mareos y dolores de cabeza.
Se recomienda dejar un tiempo los dispositivos electrónicos antes de dormir, unas dos horas previas a nuestra hora de dormir. Esto permitirá que el cuerpo se relaje y comience a adaptarse a una hora adecuada para dormir.
Jireh Acosta , La Inmersión Digital.
