El bienestar y el autoestima en las redes sociales

El otro lado de las publicaciones

El bienestar y el autoestima en las redes sociales

Las redes sociales se han convertido en parte fundamental de la vida de la población, en especial la de los adolescentes y jóvenes, mismos que crecieron con el auge de ellas y ahora las ocupan como herramientas de comunicación 24/7.

Al hablar de Instagram pensamos en muchas imágenes, mujeres y hombres de cuerpos perfectos, vacaciones en lugares increíbles y en general un mundo de perfección que pareciera de otro mundo. Pero la realidad de los que postean eso puede llegar a ser muy diferente de lo que pensamos.

La Royal Society of Public Health y la Universidad de Cambridge llegaron a la conclusión de que los jóvenes que pasan más de dos horas al día en redes sociales son más propensos a sufrir problemas de salud mental.

Ansiedad, angustia, baja autoestima y depresión son algunos de los padecimientos mentales que sufren después de algunas horas en las redes, especialmente se habla de Instagram porque es la red social donde se aparecen más estándares que parecieran inalcanzables.

Aunque se sabe que muchas de las fotografías “perfectas” tienen detrás recursos de edición y modificaciones corporales, la audiencia tiende a sentirse mal con su propio cuerpo y apariencia, deseando cumplir con las medidas que la red social impone a costa de su propia salud tanto mental como física.

Las actualizaciones en redes son muy constantes y con las nuevas herramientas para subir publicaciones de solo 24 horas los usuarios se mantienen todo el día llenos de información. La constante exposición a la vida de los demás convierte a la red social en una especie de competencia, que evalúa quién tiene más, a quién le va mejor y quién es perfecto.

Generalmente la personalidad que existe en la vida real no coincide con la que aparece en las redes sociales por miedo al qué dirán o porque se quiere adquirir el comportamiento de alguna personalidad influyente.

Sabemos que no todo en las redes sociales es malo pero el cambio que hace en la vida y autoestima de sus usuarios produce que de vez en cuando necesitemos un tiempo lejos de la vida virtual que hemos creado ahí.



Jireh Acosta , La Inmersión digital

Fuente: 20 minutos

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