La situación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha suscitado una fuerte reacción dentro de la comunidad estudiantil tras el trágico asesinato de Jesús Israel Hernández. En la actualidad, padres de familia y estudiantes han realizado marchas hacia la Rectoría para expresar su indignación y exigir justicia. La implicación de Ashton “N” en el crimen, así como su vinculación a comunidades virtuales de incels, ha generado un debate sobre cómo tales grupos pueden contribuir a la violencia y el acoso.
Durante las manifestaciones, alrededor de 200 personas incluyendo padres de familia y miembros de un grupo identificado como el "bloque negro", han participado para proteger a los manifestantes de posibles agresiones. A pesar de las amenazas de grupos que podrían intentar desestabilizar la protesta, los organizadores han enfatizado su intención de realizar una marcha pacífica.
La comunidad universitaria está profundamente preocupada no solo por la tragedia del homicidio, sino también por las implicaciones más amplias relacionadas con la violencia de género y el potencial riesgo que representan grupos extremistas en la sociedad actual. Este evento ha puesto de manifiesto la necesidad de un diálogo sobre la seguridad en los campus universitarios y la prevención de la violencia.