El Senado de la República en México fue objeto de medidas de seguridad extremas durante una sesión extraordinaria convocada para discutir un incidente violento ocurrido el 27 de agosto en el Palacio de Xicoténcatl. El presidente de la mesa directiva, Gerardo Fernández Noroña, lideró esta reunión y, para evitar posibles disturbios, se colocaron vallas y se desplegaron numerosos elementos de seguridad pública en los accesos al edificio.
Estas acciones se tomaron en respuesta a la preocupación por la llegada de manifestantes que apoyan al senador del PRI, Alejandro Moreno, justo después de que él y su equipo marcharan con simpatizantes para expresar su respaldo. La marcha, que partió de la Diana Cazadora, fue una reacción a la reciente confrontación entre Moreno y Fernández Noroña.
Durante el inicio del debate en el Senado, Rubén Moreira, coordinador de la bancada del PRI en San Lázaro, cuestionó la necesidad de un fuerte dispositivo de seguridad, sugiriendo que la situación estaba sobredimensionada dado que solamente había pocos participantes en la discusión. Esto refleja una tensión política palpable entre los diferentes partidos, especialmente entre el PRI y los grupos de Morena.