Profepa suspende la construcción de granja avícola en Kinchil, Yucatán
El Consejo Comunitario de Kinchil, Yucatán, ha logrado un importante avance en su lucha por la protección del territorio y el patrimonio maya, específicamente en el área de Tzemé. El 12 de noviembre, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró las actividades de ampliación de una granja avícola perteneciente al Grupo Crío, al comprobar que no contaba con los permisos necesarios para el cambio de uso de suelo.
La granja, que ocupa 13.7 hectáreas de selva baja caducifolia, había sido objeto de trabajos de nivelación, desmonte y la instalación de infraestructura eléctrica, lo que resultó en la destrucción de los basamentos de Kolotso, un sitio arqueológico maya considerado parte integral de la antigua capital de Yucatán.
Federico May, del Consejo Comunitario, destacó que esta clausura es un primer paso en la lucha comunitaria por proteger el medio ambiente y el patrimonio cultural. Profepa identificó además que la zona alberga especies de flora y fauna en peligro de extinción, según la normativa mexicana.
Los habitantes de Kinchil también habían denunciado problemas de contaminación del aire y el agua generados por la granja, y algunos, como Félix Canul, expresaron el impacto negativo que sufren en la salud y calidad de vida debido a la situación. La comunidad ha estado organizándose para hacer frente a estos problemas durante al menos un mes.


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