La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo enfrenta serios retos económicos en su primer año de mandato, debido a una combinación de factores internos y externos que afectan la situación fiscal de México. Al regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y sus posibles implicaciones en renegociaciones comerciales y aranceles, se suma un entorno fiscal complicado que obliga a la mandataria a implementar recortes en los presupuestos destinados a servicios públicos.
Durante el Seminario de Perspectivas Económicas 2025 en el ITAM, expertos y economistas sugirieron que Sheinbaum no podrá evitar la necesidad de una reforma fiscal para incrementar la recaudación y así poder sostener los gastos del gobierno. Guillermo Ortiz Martínez, ex presidente del Banco de México, alertó sobre la insostenibilidad del sistema fiscal actual, donde México solo recauda el 17% de su PIB en impuestos.
Las advertencias apuntan a que sin una reforma fiscal, los recortes ya realizados pueden llevar a una crisis financiera. Ortiz sostuvo que la caída en el gasto administrativo y el aumento en los programas sociales puede resultar en problemas financieros serios y potencialmente incontrolables.
Ernesto Revilla, economista en jefe para América Latina de Citigroup, destacó un "trilema" que Sheinbaum tendrá que manejar, donde sus tres objetivos –la implementación de una reforma judicial, la responsabilidad fiscal y la negativa a realizar una reforma fiscal– son incompatibles. Si no se aumenta la recaudación fiscal, la alternativa sería endeudar aún más al país o atraer inversión, lo cual podría ir en contra de mantener la reforma judicial que limita dicha inversión.
Valeria Moy, directora del IMCO, apuntó que Sheinbaum ha tenido que reducir significativamente el presupuesto para el próximo año en un intento por controlar la deuda que heredó, la cual se había mantenido relativamente estable durante la administración anterior, pero que ha empezado a desbordarse en sus últimos meses.
En conclusión, la presidenta se enfrenta a la imperiosa necesidad de reformar el sistema fiscal para garantizar la estabilidad económica y de inversión en México, mientras navega por un entorno político y económico lleno de incertidumbres.