La reciente salida de Iberdrola de México ha suscitado distintas reacciones en el gobierno de Claudia Sheinbaum. Sin hacer una afirmación directa sobre si esta situación envía un mensaje negativo al país, se ha decidido resaltar la llegada del grupo español COX, que adquirió la infraestructura energética de Iberdrola por 4 mil 200 millones de dólares.
Marcelo Ebrard, secretario de Economía, enfatizó que la llegada de COX debe verse como un desarrollo positivo. Mencionó a Enrique Riquelme, un joven empresario español con un historial en innovaciones y energías limpias, como líder del grupo, reafirmando las expectativas de importantes inversiones en el país.
La Secretaría de Energía también destacó que la compra de activos y el plan de inversión anunciado por COX evidencian confianza en el entorno jurídico actual promovido por el gobierno. Se congratuló por la entrada de esta empresa, que se alinea con las metas del sector energético y el Plan México.
Se proyecta que COX invertirá un total de 10 mil 700 millones de dólares en México entre 2025 y 2030. La adquisición de Iberdrola incluye 15 centrales eléctricas operativas, con una capacidad instalada de más de 2 mil 600 megawatts y un portafolio de generación que supera los 20 terawatts-hora anuales. Además, esta transacción cuenta con el respaldo de cinco importantes instituciones financieras internacionales.