El primer largometraje de Ariane Louis Seize, *Vampira humanista busca suicida*, presenta una original combinación de los géneros de vampiros y coming of age, reflejando los dilemas y retos de la generación Z. La historia sigue a Sasha, una joven vampira con un corazón compasivo que evita herir a los humanos, a pesar de las expectativas de su familia vampírica. A lo largo de la película, Sasha se enfrenta a su identidad y a la presión familiar, al ser enviada a vivir con su prima, quien le enseñará a cazar.
Sasha establece una conexión significativa con Paul, un adolescente con tendencias suicidas, formando una relación que se mueve entre lo tierno y lo trágico. A través de su interacción, la película toca temas de amor, búsqueda de identidad y la complejidad de las relaciones familiares. La narrativa, aunque oscura en su premisa, logra mantener un enfoque accesible y entrañable, llevando a los espectadores en un viaje emocional que explora la vulnerabilidad y la conexión humana, incluso en el contexto de un mundo vampírico.
El guion, escrito por la directora en colaboración con Christine Doyon, reinventa la historia del vampiro al presentar a un personaje que se aparta de la tradición de depredador sin piedad, brindándole profundidad y resonancia emocional. Con personajes como Sasha y Paul, *Vampira humanista* se convierte en un retrato delicado y conmovedor de la adolescencia contemporánea, resonando con las luchas de esta generación. La estética y el tono de la película, acompañados de referencias culturales como discos de vinilo, añaden riqueza a este peculiar relato de amor juvenil al borde de la oscuridad.