Marco Antonio Garrido Esquivel, instructor de bádminton, ha sido vinculado a proceso por acoso sexual y hostigamiento en contra de la atleta olímpica Haramara Gaitán, quien fue su pupila de diciembre de 2018 a mayo de 2022. Tras una audiencia que duró cerca de ocho horas, el juez determinó que existían suficientes pruebas para considerar la posible responsabilidad de Garrido en estos delitos, fijando un plazo de un mes para continuar la investigación mientras él permanece libre, pero con la restricción de no acercarse a Gaitán.
Garrido, quien formaba parte del cuerpo de entrenadores del estado de Nuevo León, enfrenta la agravante de tener una relación de subordinación con la atleta, ya que su posición se considera similar a la de un servidor público. El acoso sexual que se imputa se castiga en Nuevo León con penas de dos a cuatro años de prisión, además de la inhabilitación para ocupar cargos en el servicio público.
La denuncia de Gaitán ante el Instituto Estatal de Cultura Física y Deporte (Inde NL) en junio de 2022 no prosperó, lo que la llevó a presentar la denuncia ante la justicia ordinaria el 29 de agosto de ese año. En respuesta, el padre de Gaitán, presidente de la Asociación Regiomontana de Bádminton, interpuso una denuncia por difamación en marzo de 2024, relacionada con las declaraciones de su hija. Sin embargo, este caso también presenta irregularidades, puesto que un testimonio clave sobre el acoso se dio durante un periodo en que Gaitán estaba en gira en varios países, lo que podría afectar la credibilidad de la acusación.