En el reciente Gran Premio de Catar, Max Verstappen de Red Bull se llevó la victoria, consolidando su dominio en la temporada de Fórmula 1. Sin embargo, su compañero de equipo, Sergio "Checo" Pérez, no tuvo la misma fortuna, ya que abandonó la carrera en la vuelta 41 debido a un accidente causado por una sobreentrega del motor que afectó el control de su monoplaza.
Verstappen ya había asegurado el título de campeón de pilotos la semana anterior en Las Vegas, y en esta carrera, ambos pilotos de Red Bull tenían la tarea de sumar puntos para fortalecer su posición en el Campeonato Mundial de Constructores. Checo comenzó bien, ganando dos posiciones desde la salida y situándose en el quinto lugar, pero su carrera se vio truncada al perder el control de su auto después de un trompo.
En sus declaraciones tras la carrera, Checo explicó que, al intentar calentar los neumáticos, experimentó problemas que llevaron a su abandono. Este resultado es un recordatorio de la naturaleza impredecible de las carreras y cómo, a veces, los mejores planes pueden verse frustrados por circunstancias fuera del control del piloto.