El proyecto “Mujeres de Maíz” del gobierno federal busca reivindicar la figura de Malintzin y a las mujeres indígenas en general. Este esfuerzo cultural tiene como objetivo desmontar las narrativas erróneas que han rodeado a Malintzin a lo largo de la historia, posicionándola de manera más justa y contextualizada, sin caer en las interpretaciones que han sido moldeadas por intereses personales. Jesusa Rodríguez, la directora de Teatro, subraya que Malintzin no debe ser vista ni como heroína ni como traidora, sino como una mujer que desafió patrones sociales y abrió espacios para otras mujeres al ser una líder y una hablante influyente en su tiempo.
La poeta y ensayista Yelitza Ruiz aporta que la revisión de la historia de Malintzin representa una reparación a su memoria, ya que su figura ha sido injustamente asociada con la traición, sin considerar las circunstancias complejas en las que se encontraba. Al resaltar que Malintzin fue una mujer bilingüe, incluso plurilingüe, se menciona su habilidad para utilizar su don de lenguas en tiempos difíciles, lo que le permitió liberarse de la esclavitud y tomar decisiones estratégicas en su vida.
Rodríguez también enfatiza cómo la misoginia y el racismo han creado versiones distorsionadas de figuras históricas como Malintzin, y cómo esto ha influido en la percepción de las mujeres indígenas en la sociedad mexicana.