Asesinato del padre Bertoldo Pantaleón, en Guerrero, alerta sobre violencia contra eclesiásticos en México

El asesinato del sacerdote Bertoldo Pantaleón Estrada resalta una alarmante tendencia de violencia hacia miembros del clero en México, que ha sido exacerbada por la inacción frente al crimen organizado y la impunidad en el país. Desde 1989, han sido asesinados 80 sacerdotes, lo que indica que no se trata de casos aislados, sino de un patrón preocupante.
A través de las estadísticas del Centro Católico Multimedial (CCM), se observa que Guerrero es la entidad más vulnerable, seguida por la Ciudad de México, Michoacán, Chihuahua, Jalisco y el Estado de México, donde la violencia contra religiosos es más frecuente. En el caso reciente del padre Estrada, su desaparición y posterior hallazgo con heridas de bala recalcan los peligros que enfrentan los clérigos, especialmente aquellos que se involucran en acciones de defensa de derechos humanos y comunitarias.
El asesinato de otros sacerdotes, como el padre Marcelo Pérez, también evidencia la creciente amenaza para aquellos que, como él, han abogado por la paz y denunciado la violencia perpetrada por grupos criminales. A medida que la violencia se incrementa, la falta de protección y respuesta efectiva por parte de las autoridades genera un ambiente de desconfianza y vulnerabilidad entre los líderes religiosos y las comunidades a las que sirven. La necesidad de garantizar la seguridad y justicia para estos individuos es más urgente que nunca.

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