El trágico hallazgo de los cuerpos de los cantantes colombianos Bayron Sánchez, conocido como B-King, y Jorge Herrera Lemos, también conocido como Regio Clown, ha conmovido tanto a Colombia como a México. Estos artistas, que fueron vistos por última vez con vida el 16 de septiembre, fueron encontrados con signos de violencia en el Estado de México, junto a un mensaje del grupo criminal La Familia Michoacana.
En respuesta a estos homicidios, la canciller de Colombia, Yolanda Villavicencio, se reunió con el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, en Nueva York durante la Asamblea General de Naciones Unidas. Villavicencio solicitó una pronta investigación y aclaración de los hechos, a lo que De la Fuente se comprometió a colaborar con las autoridades judiciales para esclarecer el caso.
La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, también se involucró, ordenando a su gabinete de seguridad que investigara el doble homicidio y trabajara en conjunto para resolverlo. El presidente colombiano, Gustavo Petro, expresó su consternación y pidió apoyo a las autoridades mexicanas en la búsqueda de los cantantes, y al conocer la noticia de su muerte, hizo un llamado a replantear la “guerra contra las drogas”, señalando su relación con el fortalecimiento de las mafias internacionales.
Este lamentable suceso subraya los riesgos que enfrentan los artistas en ciertas regiones, a menudo involucrados en dinámicas de violencia asociadas al crimen organizado.