El panorama para los periodistas en Guerrero es alarmante, ya que han enfrentado agresiones y hostigamiento por parte de autoridades locales. Según un comunicado de organizaciones periodísticas del estado, estas agresiones han sido perpetradas por escoltas de funcionarios municipales, lo que sugiere una actitud de represión hacia la labor informativa.
Entre las víctimas se mencionan a reporteros como Alina Navarrete, Alejandro Gómez, Raymundo Ruíz y Marco Toledo, quienes han denunciado haber sido agredidos físicamente, especialmente en eventos públicos donde intentaron realizar su trabajo de informar. En el caso específico del alcalde de Chilpancingo, Gustavo Alarcón, se reporta que sus escoltas interrumpieron a los periodistas durante el ejercicio de sus funciones, alejándolos con empujones.
La situación es preocupante dado el contexto de creciente violencia en la región. Las organizaciones de periodistas expresan su inquietud por la política de "silencio" que adoptan las autoridades, lo que incluye no solo actos de agresión, sino también dificultades para acceder a la información pública y llevar a cabo su trabajo de manera segura.
Las denuncias realizan un llamado a la gobernadora Evelyn Salgado y a los alcaldes de Chilpancingo y Taxco para que se tomen medidas inmediatas contra estos actos de violencia y para proteger la libertad de expresión y el trabajo de los reporteros en Guerrero. La protección de los periodistas es fundamental en cualquier democracia, y la situación en Guerrero resalta la necesidad de una respuesta efectiva para garantizar su seguridad y el pleno ejercicio de su labor.