La Masacre de Acteal, que ocurrió el 22 de diciembre de 1997, sigue siendo un símbolo de la impunidad y la violencia en México, especialmente en relación con los pueblos indígenas. A 28 años de este trágico evento, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) ha reiterado que el Estado mexicano no ha asumido su responsabilidad por los crímenes cometidos en ese día, donde 45 personas fueron asesinadas, incluyendo mujeres embarazadas, niños y hombres.
Frayba señala que la impunidad se mantiene en un contexto de violencia contrainsurgente y continúa afectando a las comunidades indígenas, que han estado en el centro de un conflicto armado no resuelto. La falta de justicia ha llevado a que muchos familiares de las víctimas hayan fallecido sin ver un reconocimiento de la responsabilidad del Estado.
El caso ha estado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos durante 20 años, pero aún no se ha resuelto, lo que agrava el sufrimiento de las víctimas. En respuesta a esta impunidad y dolor, la organización Las Abejas de Acteal se ha erigido como un símbolo de resistencia y búsqueda de justicia a través de lo que ellos llaman “La Otra Justicia”, que enfatiza la memoria, dignidad y no violencia desde su Casa de la Memoria y de la Esperanza.