La FIFA ha decidido implementar pausas de hidratación de tres minutos en cada mitad de los partidos de la Copa del Mundo del próximo año, sin importar las condiciones climáticas. Esta medida, que busca proteger la salud de los jugadores, implica que el árbitro detendrá el partido a los 22 minutos de cada mitad para permitir que los jugadores beban agua.
La decisión se tomó independientemente del clima en el que se jueguen los partidos, ya sea en Estados Unidos, Canadá o México, así como si los estadios cuentan con aire acondicionado. Esta nueva práctica es una simplificación de la anterior, que solo se aplicaba en condiciones calurosas, y fue bien recibida por las emisoras, ya que permite una mejor previsibilidad en los horarios de los partidos.
Manolo Zubiria, director del torneo, mencionó que los árbitros tendrán flexibilidad para gestionar las pausas, especialmente si se produce una interrupción por lesiones cerca de la marca de los 22 minutos. Esta decisión surge tras las dificultades enfrentadas por los jugadores en el reciente Mundial de Clubes debido al calor y la humedad en algunos partidos.