En busca de oro, el narco bombardea con drones para desplazar a indígenas tarahumaras

La situación en las comunidades indígenas de los pueblos warijó y pima en la Sierra Tarahumara se ha vuelto crítica debido a la violencia generada por grupos delictivos, específicamente el grupo conocido como Los Salazar, que está asociado al Cártel de Sinaloa. Desde principios de junio, los habitantes de estas comunidades han denunciado ataques con drones cargados de explosivos, que han causado el homicidio de varios indígenas y han llevado al desplazamiento masivo de personas en busca de seguridad.
Los conflictos comenzaron a intensificarse a partir del 16 de junio, y se ha reportado que pequeños grupos mineros en la región también han optado por retirarse debido al aumento de la violencia. Testimonios de los desplazados indican que la llegada de hombres armados y el uso de drones se ha vuelto común, lo que ha generado un clima de terror en las comunidades de Urique y Moris.
Históricamente, esta región había estado controlada por La Línea, un grupo armado vinculado al Cártel de Juárez, que aparentemente ha formado una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación. A medida que la lucha por el control del oro en la región se intensifica, Los Salazar han incrementado su presencia militar y su actividad delictiva. Según informes, el líder del grupo agresor en Moris y Uruachi es Hugo Guerrero Encinas, alias "01", quien fue arrestado en 2011 y liberado hace poco tiempo, lo que subraya la complejidad de la situación de seguridad en la región.
Las comunidades han optado por huir ante la inminente amenaza a sus vidas y han solicitado ayuda a las autoridades para frenar esta ola de violencia. Esta situación pone de manifiesto la urgencia de abordar la violencia del crimen organizado en áreas vulnerables como estas comunidades indígenas.

Comentarios