El 53 Festival Internacional Cervantino ha ofrecido una propuesta única a través del grupo lituano encabezado por Rugile Barzdžiukaite, Vaiva Grainyte y Lina Lapelyte, quienes han creado una experiencia inmersiva que trasciende lo habitual. Al transformar el Patio central de la Casa de Cultura de Guanajuato en un espacio que simula una playa, han logrado evocar una atmósfera de convivencia y reflexión.
El performance combina elementos de instalación y ópera, permitiendo a los espectadores observar desde arriba a un grupo de intérpretes que, en un entorno de arena, realizan actividades cotidianas propias de una playa. Esta escena, repleta de detalles como sombrillas, bicicletas y juegos, invita a la meditación sobre la naturaleza de la coexistencia pacífica y la vida cotidiana en comunidad.
Los cantos, que abordan temáticas como el cambio climático y la vulnerabilidad humana, se entrelazan con momentos de contemplación. Las expresiones verbales de los personajes, leídas en pantallas, añaden profundidad a la experiencia, ya que revelan sus pensamientos íntimos y preocupaciones actuales, creando un contraste entre la calma del espacio y las realidades del mundo.
La música sumergida en el performance enfatiza esta dualidad, envolviendo a los asistentes en un viaje emocional. Mientras observan a los individuos interactuando en la arena, se despliega una narrativa que explora la conexión entre sueños y preocupaciones contemporáneas, haciendo resonar en el público cuestiones universales sobre la existencia y la naturaleza.
A través de esta experiencia, el grupo lituano no solo ofrece arte, sino también un lugar de reflexión y esperanza ante un mundo cada vez más complejo, donde la belleza de la convivencia humana puede, por momentos, prevalecer sobre las adversidades. Todo ello, en un ambiente donde la indicación de la vida misma se presenta como un canto a la unidad y a la paz, invitando a los espectadores a llevarse un mensaje de esperanza en estos tiempos inciertos.