La situación descrita en el Programa de Becas Deportivas del Instituto del Deporte Guerrero evidencia una preocupante falta de transparencia en la gestión de los recursos destinados al desarrollo del deporte en el estado. A pesar de que se destinaron seis millones de pesos en apoyo a deportistas, entrenadores y promotores, la ausencia de información pública sobre los beneficiarios ha levantado sospechas entre la comunidad deportiva.
El reclamo a la directora del deporte, Alma Rocío López Bello, se centra en la necesidad de hacer públicos los nombres de quienes recibieron estas becas, especialmente porque se ha observado que algunos beneficiarios no cumplen con los requisitos establecidos y, en algunos casos, no están vinculados al ámbito deportivo. Esta preocupación es particularmente aguda en Guerrero, un estado que ha enfrentado históricamente desafíos en su desarrollo deportivo, como lo demuestra su penúltima posición en la Olimpiada Nacional 2025.
El cambio en la forma de identificación de los beneficiarios, pasando a un "folio único" y la decisión del Comité de Transparencia de clasificar la información como reservada, contraviene lo estipulado en las Reglas de Operación, que claramente exigen la publicación del padrón de beneficiarios. Esta falta de acceso a la información pública complica la posibilidad de verificar el uso apropiado de los fondos y alimenta la percepción de un posible manejo irregular de los recursos.
La comunidad deportiva, en este contexto, exige claridad y rendición de cuentas, fundamental en un programa que debería estar destinado a fomentar y desarrollar el deporte en Guerrero, en contraste con las evidencias de un manejo opaco que limita el crecimiento y los logros en esta área crítica para el estado.