El reciente desarrollo en la Comisión Permanente del Senado muestra un ambiente tenso entre los legisladores de diferentes partidos, especialmente entre el morenista Gerardo Fernández Noroña y el priista Alejandro Moreno. A pesar de las expectativas de un nuevo enfrentamiento tras las agresiones reportadas en la sesión anterior, la última reunión se caracterizó por acusaciones recíprocas y un tono de confrontación.
Gerardo Fernández Noroña, quien preside la Mesa Directiva del Senado, tomó la palabra para condenar los actos violentos protagonizados por un grupo de legisladores del PRI, afirmando que fue una agresión premeditada en su contra, así como contra otros miembros del Senado. Este pronunciamiento fue aprobado sin grandes inconvenientes por parte de los legisladores morenistas, mientras que los representantes del PRI se opusieron.
Los priistas, a su vez, acusaron a Fernández Noroña de ser el instigador de la confrontación por su estilo de conducción durante los debates, apoyándose en videos que muestran su conducta en discursos pasados. Manuel Añorve Baños, coordinador de los senadores del PRI, criticó a Fernández Noroña, señalándolo como el principal responsable de la gresca.
El ambiente en el Senado continúa marcado por la polarización política y la tensión entre los diferentes partidos, lo que dificulta la posibilidad de un diálogo productivo en el desarrollo de las funciones legislativas.