El mensaje de Álvaro Curiel de Icaza, director de cine y hermano de la secretaria de Cultura Claudia Curiel, refleja una profunda preocupación por la situación actual de la industria cinematográfica en México. A través de su publicación, señala los desafíos que enfrenta el séptimo arte en un contexto donde las inversiones millonarias, tanto del sector privado como del público, parecen ir de la mano con una creciente concentración de poder y la consolidación de monopolios.
Curiel enfatiza que hacer cine en la actualidad se considera un "acto de protesta", y critica una narrativa cinematográfica que, a su juicio, no aborda las problemáticas sociales de manera efectiva. Reconoce la importancia del cine mexicano como un componente esencial de la identidad nacional y resalta el surgimiento de nuevas voces, especialmente femeninas, que enriquecen la cinematografía.
Además, llama la atención sobre la dura realidad que viven muchos profesionales del cine, quienes se ven obligados a cambiar de oficio ante la falta de oportunidades y el escaso apoyo a los creadores. Menciona la tristeza de ver a colegas talentosos abandonando la industria debido a la incertidumbre y a la falta de proyectos.
El mensaje finaliza con una crítica a la superficialidad de los anuncios y las presentaciones en redes sociales que contrastan con la situación real de quienes han dedicado su vida al cine.