Margarita Cuevas fue asesinada en 2022, pero su cuerpo estuvo dos años en la morgue por negligencia

El caso de Margarita Cuevas Suárez refleja una problemática alarmante en la Ciudad de México y otras entidades federativas: la falta de coordinación y comunicación entre las instituciones encargadas de la búsqueda de personas desaparecidas y la identificación de cuerpos. A pesar de que las familias de las víctimas a menudo emprenden sus propias búsquedas y esfuerzos para localizar a sus seres queridos, las omisiones y la ineficacia de las autoridades continúan siendo una barrera significativa en el proceso de recuperación y justicia.
Desde su desaparición el 4 de junio de 2022 hasta la identificación de su cuerpo en diciembre de 2024, el caso ilustra la angustia y el sufrimiento que enfrentan las familias de las personas desaparecidas. A pesar de que el cuerpo de Margarita fue encontrado en Morelos, las autoridades no notificaron a su familia, lo que prolongó su dolor. Este tipo de negligencia institucional no solo agrega al sufrimiento de las familias, sino que también representa un grave fallo en el sistema de justicia y en los protocolos de identificación y notificación.
El hecho de que un grupo de buscadores, como "Una Luz en el Camino", desempeñara un papel crucial en la identificación del cuerpo de Margarita destaca la necesidad de mayores recursos y apoyo para estas iniciativas comunitarias, que a menudo son las que logran respuestas cuando las instituciones no cumplen con su deber. Además, la revictimización que enfrentaron los seres queridos de Margarita al buscar justicia evidencia aún más los desafíos que deben enfrentar las familias en su lucha por respuestas y por la rendición de cuentas de las autoridades.
Es fundamental impulsar reformas y mejorar la comunicación entre diferentes entidades, así como ofrecer un enfoque más humano y sensible hacia las familias de las víctimas, para que casos como el de Margarita no se repitan.

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