Un grupo de 22 agentes de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC) de Baja California ha decidido renunciar en lugar de regresar a sus funciones en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Esta decisión surge tras la reforma al artículo 34 Bis de la Ley de Armas de Fuego y Explosivos, que restringió el uso de armamento y municiones de licencia oficial colectiva a funciones de seguridad pública y prohíbe su uso en actividades privadas, como la seguridad de empresarios.
El general Laureano Carrillo Rodríguez, jefe de la SSPC, informó que los agentes serían retirados de sus labores de seguridad privada y reincorporados a sus roles operativos en la fuerza estatal. Sin embargo, a raíz de esta situación, 22 agentes optaron por solicitar su renuncia, mientras que el resto ya había regresado a sus funciones. Se les está sugiriendo a los que renuncian que se integren a empresas de seguridad privada que tengan la licencia adecuada. El cambio en la normativa busca regular el uso de armamento y garantizar que las actividades de seguridad sean ejercidas en un marco legal.