Clean eating no significa nada

Los profesionales saben cuidar de nosotros, las celebrities nos ponen en peligro.

Clean eating no significa nada

En determinadas ocasiones, el uso erróneo de las palabras puede ser peligroso. Querer decir una cosa no es lo mismo que decirla. Ahora, por presión de las tendencias que vienen desde el otro lado del charco, se está popularizando una nueva de tipo alimentario, el clean eating, que en español sería algo así como comer limpiamente. Como seres humanos, tendemos a relacionar limpio con bueno y, como es lógico, sucio con malo. Pero en algo que afecta tantísimo a nuestro bienestar como la comida, debemos entender que limpio no es, ni de lejos, saludable.

Dado que limpio es una palabra que, en el mundo de la alimentación, se refiere a cosas extraordinariamente específicas, como limpiar un pescado o limpiar la tierra de unos champiñones, su uso como sinónimo de sano se basa en su asociación a otras palabras.

Lo que los sujetos de estudio relacionaron con el término clean hacía referencia a comida real, orgánica, de proximidad, vegetal, hecha en casa… Hasta este punto parece una dieta saludable. Pero los participantes continuaron enumerando conceptos que asociaban a limpio, y estos ya pasaban de castaño oscuro: sin gluten, sin cereales y sin lácteos.

Estos tres componentes son fundamentales en una dieta equilibrada, sobre todo en una vegetariana, en la que multitud de nutrientes han de provenir de los huevos y la leche (como las vitaminas B12 y D. Además, ser reacio no solo al consumo de gluten (que es inocuo siempre y cuando no pertenezcamos a ese 2% de la población española que sufre enfermedad celiaca, intolerancia al gluten no celiaca o alergia al gluten), sino también al consumo de otros cereales como el arroz, el maíz, el trigo sarraceno, centeno, avena…, limita en gran medida tanto nuestro consumo de fibra alimentaria (presente en las variedades integrales de estos cereales) como el acceso a hidratos de carbono de calidad, que forman parte de una dieta verdaderamente sana y que suponen el grueso de nuestro aporte energético diario.

Como apuntan las investigadoras, a día de hoy, todavía nadie se ha puesto de acuerdo en qué significa exactamente clean eating o comer limpio. Como subraya la autora del estudio, Suman Ambwani, “los resultados de este trabajo evidencian que es necesario entrenar a los consumidores para que sean capaces de distinguir entre fuentes de información de confianza y entre otras con un claro carácter fraudulento, en lo que a hábitos de alimentación y nutrición se refiere”.



Fuente: alimente.elconfidencial

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