La 4a Transformación: ¿Hacia dónde vamos?

José Manuel Oropeza Morales

La 4a Transformación: ¿Hacia dónde vamos?

El actual proceso de cambios que vive nuestro país ha sido definido como la 4a Transformación por el presidente Andrés Manuel López Obrador, objetivo estratégico del actual gobierno de México. A partir del 2018 una buena parte del debate político gira en torno a los impulsores y los detractores de este proyecto de cambio hoy hecho gobierno.

Por tanto, es fundamental impulsar el debate, el desarrollo programático, y la formación política en torno al concepto y el programa de la 4a Transformación. Esta debería ser una tarea estratégica de Morena en el marco del proceso electoral del 2021. Nuestra plataforma y discurso deberá expresar, tanto el balance de lo logrado en estos dos años, así como los compromisos y retos para la segunda mitad del actual gobierno y la próxima legislatura federal.

El alcance de la 4a Transformación es el de las tres grandes procesos de cambio que ha vivido México, esto es, la Independencia que nos hizo nacer como nación después de 3 siglos de conquista y dominación española; la Reforma que estableció el Estado laico, sentó las bases del Estado Nacional y logró nuestra segunda independencia ante la invasión francesa, la Revolución Mexicana que conquistó el sufragio efectivo y la no reelección, el reparto agrario, los derechos laborales y la soberanía nacional sobre nuestros recursos naturales.

 Esa es la dimensión histórica del proceso que nos hemos propuesto impulsar. La 4a Transformación sintetiza y articula las demandas y experiencias de más de 50 años movimientos y luchas del pueblo de México, desde la gran ruptura cultural y generacional que significó el Movimiento Estudiantil de 1968 hasta nuestros días. De 30 años de acciones para poner fin a las políticas neoliberales y concretar la transición a la democracia, a partir de la insurgencia cívica de 1988 hasta la gran victoria electoral del 2018. La gran fuerza política y social que logró el triunfo contundente de AMLO hace dos años es diversa, es amplia, no exenta de diferencias y matices, pero con un eje de articulación en torno al liderazgo de López Obrador y su programa de gobierno.

Los ejes centrales del programa son la democratización plena de la vida política del país, consolidando la democracia representativa y la democracia participativa con la intención de construir un nuevo régimen político, la democratización plena de los sindicatos y las organizaciones sociales; así como el reconocimiento y pleno ejercicio de los derechos de los pueblos originarios de la nación.

La construcción de un Estado de Bienestar que reconozca y garantice el pleno acceso de la población a los derechos sociales fundamentales como lo son la educación, salud, trabajo, vivienda, y los derechos específicos de diversos sectores de la población como los adultos mayores, personas con discapacidad, jóvenes, mujeres, etc.

Un nuevo paradigma económico que implique crecer con bienestar, con una distribución equitativa de la riqueza, con soberanía energética y alimentaria, sin privatizaciones del patrimonio público, que genere empleos y recupere el poder adquisitivo de los salarios.

Restablecer la seguridad, la justicia y el tejido social, para poner fin a la violencia, la impunidad, la inseguridad y a la delincuencia organizada que atentan contra la integridad, el patrimonio y la tranquilidad de las personas y las comunidades. Con pleno respeto a los derechos humanos y al Estado de derecho.

Establecer un gobierno honesto, transparente y austero, pero moderno, eficiente y eficaz. En esta lógica el combate a la corrupción es estratégico.

Consolidar a México en el mundo como una nación soberana y solidaria. Promotora de la cooperación e integración latinoamericana. Defensora firme de los derechos de las y los mexicanos en el exterior, en especial, en los Estados Unidos.

La emergencia mundial por la pandemia del COVID 19, obliga a revisar y reforzar las prioridades en la perspectiva de garantizar plenamente el derecho a la salud, la atención hospitalaria digna y de calidad, el acceso a las vacunas, promover la sana alimentación; a la par de la reactivación de la planta productiva nacional, la generación de empleos y el fortalecimiento de la economía familiar.

Con estos lineamientos estratégicos hemos trabajado estos dos años, con esos objetivos deberemos desarrollar nuestras propuestas y compromisos para el 2021.

Las derechas y los intereses oligárquicos no están dispuestos a perder sus privilegios, en el 2021 irán unificados para hacer frente al proyecto de la 4a. Transformación. Morena y los partidarios de la transformación deberemos ir a refrendar la mayoría democrática, convencer de nuestro proyecto, y a consolidar el cambio iniciado el diciembre del 2018. Eso estará en juego el 6 de junio de 2021.

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