Los tambaleantes ingresos para el 2021

Los tambaleantes ingresos para el 2021

La Ley de Ingresos del país, contiene las percepciones que “estima” el estado mexicano recaudar durante el siguiente año para cumplir y cubrir su presupuesto de egresos (mismo que solo es aprobado por la Cámara de Diputados a más tardar el 15 de noviembre).

Como se trata de definir las fuentes de donde obtendrá recursos, es común que el Presidente (quien envía el Paquete económico el 8 de septiembre por Ley a la Cámara de Diputados) presente iniciativas que modifican la manera de recaudar impuestos, o los porcentajes de cada uno de ellos. La última vez que tuvimos modificaciones profundas, fue en la Ley de Ingresos de 2014.

Esta semana fue aprobado conforme a la Ley, los ingresos que se generarán para el 2021, la cual contempla 6.2 billones para el próximo año, de los cuales 756,789.6 mdp son deuda pública, aunque nieguen su existencia, está en el proyecto aprobado por el Senado de la Ley . Para el Ejecutivo, ha sido más rentable el venderse como un gobierno que no subirá impuestos (…) que enfrentar y reorganizar realmente el sistema fiscal mexicano.

Esta Ley, este proyecto enviado por el Gobierno Federal y elaborado con las proyecciones de la Secretaría de Hacienda, está mal configurado desde sus cimientos: los Criterios de Política Económica. Estos, son estimaciones macroeconómicas sobre el cómo pintará el próximo año. Entre las más importantes está el precio del dólar cerrándola en 21.9 pesos por unidad, a mi parecer, sólo consideraron el pronóstico económico de Estados Unidos para el próximo año, más no los eventuales cambios que la elección presidencial del día de hoy, puede traer consigo. Dichos criterios también contienen el precio estimado de cada barril de petróleo, proyectando que el próximo año estará en un promedio de 42 dólares por barril (creo que no recuerdan lo volátil de su precio en 2020) y, para calcular los ingresos por petróleo, existe una estimación de barriles que producirá Pemex, colocándola en 1,857 millones de barriles (¿se acuerdan del oso de Rocío Nahle en la OPEP?). Por último y no menos importante, la inflación que, según ellos, no rebasará el 3%; y lo más criticado, su estimación de crecimiento de la economía mexicana en 4.6%... por eso son tan importantes las estadísticas que presentan las calificadoras, los bancos y organismos externos, porque permiten tener un panorama más objetivo y real; y por eso, caen en las constantes desacreditaciones, porque es más fácil hablar, que demostrar con números quien está mal.

Para este proyecto, a pesar de lo anunciado de no nuevos impuestos, se aumentaron cuotas. Cuotas a derechos, por ejemplo (en este tipo de impuestos encontramos los cobros que el gobierno hace a trámites como el pasaporte, entradas a museos, a parques nacionales, etc.); aumento en el IEEPS de servicios de internet (aquel que a todos nos molestó al verlo reflejado en Netflix, Amazon, Uber, etc) y, aunque el Senado de la República modificó el proyecto original, aquel que Cámara de Diputados aprobó tal cual el Ejecutivo se los pasó, sin moverle un coma; los cambios realizados no fueron tan significativos como quisiéramos.

Quedan a deber con las donatarias, que como todo los que está construido en este país y este planeta, es perfectible, sin embargo, el quitarles el registro por tener ingresos que no estén relacionados con su objeto social, es extremo.

El análisis de la Ley de Ingresos es amplio y técnico, sin embargo, creo que todos tenemos la mínima noción de lo importante que es la organización económica, ya sea en lo micro o en lo macro. Con estos párrafos, intento esbozar lo que podría ser un intento mal planeado de responder a una economía en crisis por malas decisiones en el pasado y con el plus de una recesión económica mundial inminente. A manera de conclusión, dejo estas ideas, que no deben pasar desapercibidas.

No le puedes quitar al proyecto del Ejecutivo dinero (por más que no nos guste) sin darle salida a de dónde más puede recuperar esos ingresos… o qué va a dejar de hacer para prescindir de esos ingresos.

Con este, van dos años que el Gobierno Federal desperdicia y mal coordina su política económica. Sus mayores cambios han sido ir a la caza de los contribuyentes ya cautivos y en revisar las listas de adeudos al SAT, y aunque esto sea positivo y celebrable, hay que comenzar a cobrarle a aquellos que son afines al gobierno.

Me parece que su estrategia no es muy distinta al resto de los gobiernos. El buscar la progresividad fiscal sigue siendo un tema tabú que les preocupa más el costo político con grandes capitales, que el actuar verdaderamente diferente a los demás. El cobro del ISR sigue siendo el tema fiscal sin tener arreglo, donde realmente podemos lograr un cambio, no lo vamos a encontrar en cobrándole a Uber un impuesto que ellos trasladarán a sus conductores (que no tienen derechos laborales) y estos a su vez a los clientes; de esa forma seguimos fomentando la inequidad tributaria.

No se trata de cobrar más y nuevos impuestos, se trata de construir un sistema fiscal fuerte y justo, que no grave a los mismos contribuyentes en todos los consumos y acciones de su vida diaria, si no de hacer equitativas las tasas, dependiendo, del beneficio económico que obtienen por las actividades que realicen en territorio nacional.





______________________________________________________________________________________________________________________________ 1https://infosen.senado.gob.mx/sgsp/gaceta/64/3/2020-10-29-1/assets/documentos/Dictamen_Ley_Ingresos_Federacion_Fiscal_2021.pdf, es más fácil leerlo en la “carátula” que contiene este concepto en la página 9 con su debido desgloce, o bien, el artículo 2 de esta, contempla la cantidad con la autorización expresa a contratar deuda.



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