El caso de Sara Cárdenas, entrenadora de judo en Jalisco, ha tomado un giro significativo tras el rechazo de su apelación por parte de la décima sala del Tribunal de Justicia de Jalisco. Cárdenas enfrenta un proceso por responsabilidad profesional y técnica en relación con un menor que formaba parte de la selección estatal de judo. A pesar de su apelación, los magistrados consideraron que no estaba fundamentada y confirmaron la legalidad de su vinculación a proceso, lo que permite que el caso avance a la etapa intermedia, donde la fiscalía deberá presentar formalmente su acusación.
Este proceso se origina a raíz de una denuncia interpuesta por Gabriela Martínez, madre del menor judoca, quien acusa a Cárdenas de encubrir y fomentar comportamientos abusivos por parte de los entrenadores que laboran bajo su dirección. Estas conductas incluyen abusos físicos y psicológicos, que han señalado una falta de atención por parte del Consejo Estatal para el Fomento Deportivo de Jalisco (Code Jalisco), dirigido por Fernando Ortega. A pesar de la situación, Ortega ha propuesto a Cárdenas como parte de un jurado para premiar a figuras destacadas en el deporte, lo que ha generado más controversia en medio de las acusaciones.
El caso ha ampliado el debate sobre la responsabilidad en el ámbito deportivo y las medidas de protección que deben implementarse para evitar el abuso en el deporte juvenil.