La historia de estas cinco mexicanas es realmente inspiradora, ya que están rompiendo barreras en un deporte que apenas comienza a tener presencia en su país. A pesar de que el curling no es un deporte tradicional en México, su dedicación y pasión por el mismo las ha llevado a embarcarse en el proceso clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Invierno de Milano-Cortina 2026.
Estas atletas han demostrado que, con determinación y trabajo en equipo, es posible alcanzar metas que parecen inalcanzables. Verónica Huerta, quien comenzó a practicar curling en 2020, refleja el asombro y la emoción que sienten al estar cerca de una oportunidad olímpica, mientras que Adriana Camarena ha sido clave para unir a este grupo de profesionales y entusiastas del curling. Su trayectoria como la primera representante mexicana en un campeonato mundial sienta las bases para el desarrollo del curling femenino en el país.
Este equipo, formado por mujeres que viven en distintas ciudades de Estados Unidos y Canadá, muestra que la distancia no es un obstáculo cuando hay un objetivo común. Su historia es un testimonio de perseverancia y la importancia de la comunidad, así como del empoderamiento femenino en el deporte. Mientras se preparan para las eliminatorias, el camino hacia la clasificación olímpica también representa un avance significativo para el curling en México y para las mujeres que buscan destacar en disciplinas menos convencionales.